Nunca se puede tener demasiado Weeki Wachee, es imposible; siempre se puede tener (y ver) un poco más de las sirenas del lugar.
Jill a derecha, y Stayce a la izquierda, el primer plano.
El clima el día que se tomaron las fotos era una porquería, estaba practicamente totalmente nublado, pero, bueno, son las sirenas, aportan su magia, y salvan las fotos.
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